Cuando estás online, te expones y vuelves vulnerable a los virus maliciosos que tanto han crecido en virulencia y ferocidad durante los últimos años. Estos programas han pasado de ser simples molestias con las peores gracias para desconfigurar tu ordenador para convertirse en formas de perpetuar de forma remota una actividad siniestra que puede hackear las páginas webs, crear un sistema para adulterar servicios o robar datos personales y confidenciales, u obtener un beneficio financiero a tu costa.
¿Son estos virus suficientemente serios como causar pérdidas? Como todos los usuarios domésticos de un ordenador, deberías pensar en lo que supone tener que reinstalar tu sistema operativo cuando un virus o programa malicioso (malware) lo ha estropeado; no es algo realmente caro, y pierdes apenas uno o dos días reinstalando todos tus programas y recuperando archivos. Sin embargo, en un negocio podrías perder millones. Pregúntales a los de ChoicePoint cómo tuvieron que pagar seis millones de dólares en 2005 después de que criminales cibernéticos hackearan sus sistemas y robaran datos delicados de centenares de clientes.
O al procesador de tarjetas de crédito CardSystems, que tuvo incluso que dejar el negocio debido a la enorme brecha de seguridad en la sede de operaciones de Tucson, Arizona, de la compañía. En una reciente encuesta de consumidores sobre el hecho de poder ser víctima de una de esas brechas de seguridad, se demostró que la gente no se toma a la ligera la pérdida de sus datos. Más del 60% de los encuestados indicaron tener planes de acabar las relaciones de negocios con las compañías que hubieran perdido los datos que se les hubieran confiado.